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En tema de libros solo vale el propio instinto

Por curiosidad simplemente, por curiosidad y por no tener que hacer ninguna referencia a los típicos superventas de estos días de libro y rosas he entrado en You Tube y he buscado libros. El resultado es totalmente decepcionante. ¿Qué me he encontrado? En primer lugar un vídeo sobre libros de autoayuda. ¿Qué es eso de la autoayuda? ¿Qué son los libros de autoayuda? La complejidad de la vida nos lleva, les lleva a muchos, a buscar atajos que proporcionen felicidad a bajo precio. Pero la vida no es así. No existen esas cuatro recetas simples con las que arreglar nuestros problemas y salir frescos como una rosa un día siguiente cualquiera. Los libros de autoayuda son simplezas. Que estén tan presenten es motivo, para mí, de preocupación. Pero claro, venden. Se venden como rosquillas. Un mensaje cada mañana y al final del día la apoteosis. Pero no. Basta mirar alrededor. La gente no es tan feliz. No se corresponden las ventas de libros de autoayuda con los índices de satisfacción personal que arrastra la gente. Así que esos libros solo ayudan a las editoriales que los promocionan.

¿Qué más tenemos? Al señor Umbral, que pasará a la historia, no por sus explendidos artículos de prensa, por su capacidad costumbrista y descriptiva, no por sus novelas, sino por esta comparecencia televisiva que se mantiene en la memoria colectiva de nuestra España del siglo XXI.

Más. Un vídeo con Sánchez Dragó reconociendo que sus libros no los escribe sino que se los escriben. Todo un ejemplo moral de compromiso.

Algún vídeo con alusiones a libros de ilusiones ópticas, y poco más.

Así que este mes de libros, abril, se lo llevará uno de estos días una tormenta, y habrá pasado sin pena ni gloria como dicen. Al menos en ese espacio de referencia social que es You Tube.